Tortilla de calabaza y berenjena sin harina.

No es fácil que no se pegue. Pero a lo sumo sale deforme... probá. No tiene harina, ni huevo, por eso no es muy consistente. Pero es riquísima y súper liviana.

Necesitás: (para 1 persona + ensalada)

- 40 gr. de salvado de avena
- 2 rodajas de calabaza
- 1/2 berenjena
- 2 cucharadas de queso blanco light.
- 40 gr. de queso port salut light
- algunos tomates cherry para decorar (usé 5)
- algunas rodajitas de cebolla de verdeo para decorar
- ajo y perejil (puede ser en polvo)
- orégano
- sal

Pasos a seguir:

1. Cortá la calabaza y la berenjena en cubos del mismo tamaño. Hervilos con un poco de sal.
2. Cuando están hervidos, aplastalos para puré y mezclalos con el salvado de avena y el queso blanco. condimentá con ajo y perejil.
3. Volcá la mezcla en una sartén de teflón rociada con fritolín y cociná en mínimo, destapado, por 10 minutos. Es importante que a medida que ves que los bordes se ponen más duritos, vayas acompañando la cocción con movimientos de la sartén, para asegurarte de que no se pegue tanto. Para esto podés ayudarte con una espátula apta para teflón, e ir levantando los bordes despacito. No esperes que quede consistente, tenés que poder moverla nomás.
4. Poné el queso port salut, cortado en fetas bieeen finitas, sobre la tortilla. Rociá con orégano y tapá la sartén de modo que la tapa no toque el queso. Dejalo así 2 minutos más (hasta que el queso se comience a derretir).
5. Distribuí la cebolla de verdeo sobre el queso y apagá el fuego.
6. Ahora, para sacarlo, tenés que ir empujando despacito desde el otro lado con la espátula plástica, a medida que vas moviendo todos los bordes para que no se desarme. Tené el plato sobre el que lo vas a servir a mano, cosa de poder dejarla caer.
7. Decorá con tomates cherry en rodajas y listo!

¡Que lo disfrutes!